Zamna Chile: La magia de la Jungla se tomó Santiago

La espera terminó. Después de años viendo cómo el festival Zamna se consolidaba en Tulum y se expandía a otras partes del mundo, finalmente aterrizó en Chile el 15 de marzo en Espacio Risco. Y lo hizo con una promesa clara: traer la esencia de la jungla mexicana a Santiago.

Desde el primer paso dentro del recinto, la transformación era evidente. El suelo cubierto de pasto, rodeado de flores y palmeras que parecían susurrar con el viento, te sumergía de inmediato en otro mundo. En el centro, una majestuosa pirámide reinaba como un tótem sagrado. Era como entrar en un portal hacia otra dimensión, donde la música, la atmósfera y la naturaleza se entrelazaban en perfecta armonía.

Desde 2017, Zamna ha sido más que un festival: es una experiencia que ha cruzado fronteras, llevando su propuesta a distintas latitudes del mundo. “En cada destino, aseguramos una producción sublime que lleva la inconfundible firma de Zamna y el vínculo familiar que nos une”, mencionan en su sitio web. Y en su desembarco en Santiago, la magia se sintió en cada rincón.

Sepha: La encargada de abrir el viaje

A las 15:00 horas, con un sol abrasador sobre el cielo santiaguino, Sepha subió al Isla Stage para dar inicio a la jornada. Su característico sonido melódico y progresivo atrapó poco a poco a los asistentes que iban llegando, buscando sombra entre los árboles o refrescándose con las mangueras de agua que rociaban la pista de baile. El calor no impidió que la multitud se sumergiera en su propuesta sonora. Con luces LED, burbujas flotando sobre la gente y un ambiente inmersivo, su set fue el punto de partida de un viaje musical que continuó más tarde con Ebmath, Maxi Meraki y Space Motion, cada uno aportando su propio universo sonoro a la jornada.

Foto: @misa.chile / @atardeceres.cl

XZYCO: La jungla cobra vida

A las seis en punto, una multitud ansiosa comenzó a congregarse frente al Jungle Stage. Decorado con enredaderas, una gran bola de espejos suspendida y una pantalla LED circular, el escenario estaba listo para recibir al primer acto. A las 18:04, los primeros bajos de XZYKO retumbaron en las puertas. Mientras las melodías melódicas comenzaban a sonar, la gente ingresó con celulares en mano, capturando cada detalle de la escenografía. Boquiabiertos, grababan la majestuosidad del escenario, iluminado con un juego de luces hipnótico que transportaba a otro mundo.

Durante dos horas, el chileno desplegó una selección de melódico profundo que encendió la energía de la multitud. Poco a poco, se iban desbloqueando nuevas funcionalidades del stage, dándole protagonismo a los impactantes visuales que comenzaban a desplegarse en la pantalla gigante.

Foto: @misa.chile / @atardeceres.cl

BAUS: El comienzo del Garden Stage

Mientras el Jungle Stage vibraba con sus primeros actos, en el Garden Stage, BAUS tomaba el control. Su techno melódico envolvió a la audiencia en una bruma sonora que, combinada con la escenografía selvática, generó un ambiente casi místico. El set de BAUS marcó la apertura de un escenario por donde también pasaron figuras como Carl Craig, Stacey Pullen, Victor Ruiz, Padre Guilherme y Zac, ofreciendo un recorrido por las distintas facetas del house y el techno.

Foto: @misa.chile / @atardeceres.cl

Una misa calurosa: El fenomeno del Padre Guilherme

Si había un set que generaba expectación en Zamna Chile, ese era el de Padre Guilherme. Conocido por fusionar techno melódico con la fe y que ha conquistado grandes escenarios como Hï Ibiza, llegaba a hacer bailar a Chile. Minutos antes de su presentación en el Garden Stage, el espacio ya estaba repleto. Cuando finalmente subió al escenario, vestido con su característica camisa negra y su alzacuellos, la multitud estalló.

Queremos bendición, queremos bendición— gritaba el público. El padre sonreía y se preparaba para empezar.

El set comenzó con su clásico Hallelujah y recorrió temas como Citadel, The Church Bells y su versión melódica de The Nights de Avicii. Sin embargo, el punto más alto llegó con Jóvenes Chilenos, su colaboración con Zac, inspirada en el discurso de Juan Pablo II en Chile en 1987.

La única mancha de su show fue el espacio. La demanda superó las expectativas, dejando a cientos de asistentes sin poder ver su presentación de cerca. Además, el sistema de aire acondicionado no funcionó, lo que hizo que se viviera la temperatura de una jungla real.

Adam Sellouk y Mind Against: dos viajes sonoros, dos energías distintas

Adam Sellouk tomó el Jungle Stage con una energía arrolladora. Desde el primer beat, quedó claro que su set sería un torbellino de emociones. Mezclas como Syren de Anyma, We Are the People de Empire of the Sun y sus propios tracks como Chronic y Poison mantuvieron la euforia del público en su punto más alto.

Por otro lado, el cierre de Mind Against tomó una dirección más introspectiva. Con su característico sonido que fusiona techno, house e IDM, el dúo italiano ofreció un set envolvente, aunque más pausado de lo que muchos esperaban para un cierre.

Zamna Chile: un antes y un después en la escena electrónica del país

Zamna no fue solo un festival. Fue una experiencia, un viaje entre música, escenografía y emociones que dejó una huella imborrable en quienes asistieron. Los inicios de la jornada a cargo de artistas locales como Sepha, XZYKO y Baus;las excelentes presentacione de Zac, Victor Ruiz y Echonomist; la magia de Space Motion; el fenómeno del Padre Guilherme; y los sonidos únicos de Adam Sellouk y Mind Against hicieron de la jornada algo histórico.

La organización se preocupó de cada detalle: lockers (que esperamos se replique en otros eventos), baños en buen estado, zonas de descanso y las mencionadas mangueras de agua que permitieron sobrellevar el calor en dos escenarios (Jungle y Garden). Este nivel de producción posiciona al festival como uno de los eventos más importantes del año.

Pero, sobre todo, la producción de Atardeceres y Misa demostraron que Chile puede albergar eventos de esta magnitud. Ahora, la pregunta es: ¿qué sigue? Primeramente, la posibilidad de una segunda edición del Zamna en el país e incluso traer otros festivales Con un público cada vez más ávido de experiencias inmersivas, el desafío es claro: seguir apostando por producciones de primer nivel y consolidar a Chile como un epicentro de la música electrónica mundial.

Zamna trajo su magia, y Chile la recibió con los brazos abiertos.

Foto: @misa.chile / @atardeceres.cl