Santiago, durante los años 90 y principios de los 2000, vivió una explosión de la música electrónica que transformó la escena cultural y social de la ciudad. Las raves, que anteriormente eran eventos clandestinos, comenzaron a tomar los parques y espacios públicos, marcando el inicio de una era dorada para la música electrónica en Chile.
Estas fiestas no solo ofrecían una vibrante oferta musical, sino que también promovían una cultura de libertad y expresión, que resonó profundamente en la juventud chilena. Las Open Rave se destacaron como los eventos más representativos de esta ola de euforia, donde figuras legendarias de la música electrónica como Ricardo Villalobos, Luciano y Christian Vogel dejaron su huella y ayudaron a posicionar a Chile en el mapa de la música electrónica mundial.

Una de las productoras clave en la organización de estos eventos masivos fue Euphoria, que se convirtió en pionera al llevar la música electrónica a lugares emblemáticos de Santiago como el Parque Forestal, el Parque Almagro, el Parque O’Higgins, e incluso la Plaza de la Constitución.
Gracias a la visión y trabajo de figuras como Manuel Martínez (Capitán Cianuro) y Carlos Latorre (DJ Zikuta), los eventos de Euforia tomaron un rol crucial en el desarrollo de la escena electrónica nacional.
Una rave en el corazón de Santiago
Uno de los eventos más recordados de esta era fue la Open Rave en la Plaza de la Constitución en 2003, donde más de 24 mil personas bailaron frente al Palacio de La Moneda, demostrando la magnitud y aceptación de la cultura rave en Chile. Una de las notas de prensa emitida por TVN demuestra la magnitud del evento. “Es como Alemania esto…. Teni que sentir la vibra emocional de la música electrónica” mencionó uno de sus asistentes.
Este evento ocurrió por el trabajo en conjunto con la Intendencia de la Región Metropolitana. DJ Zikuta, en entrevista con Vice en 2018, comentó que el entonces Intendente, Marcelo Trivelli, les consultó porque dejaron de hacer los eventos. Le mencionaron que ellos ponían los recursos y lo hacían en colaboración con los Djs y la empresa de audio, Gemini. Entonces, Trivelli los llamó y les dijo: “Hagamos algo: yo les voy a dar el lugar más importante de la ciudad”.
Así fue como en 2003, más de 24 mil personas bailaron frente a La Moneda, en un evento sin precedentes.
Pero la visión de Trivelli no se quedó ahí. Después de la Open Rave 2003, él mismo dijo: “Pongamos a Santiago en el mapa”, y preguntó cuál era la fiesta de música electrónica más importante del mundo. La respuesta: Love Parade, en Berlín. Ese mismo año, con el respaldo del Ministerio de Relaciones Exteriores y una carta firmada por el intendente, se extendió la invitación oficial para traer la Love Parade a Chile.
La Love Parade Santiago
En 2005, Santiago fue testigo de la llegada de la icónica Love Parade, un festival de música electrónica originario de Berlín, que convirtió a las calles de la ciudad en una gigantesca pista de baile. Más de 150 mil personas se unieron en la Alameda para disfrutar de carros musicales y más de 120 DJs nacionales e internacionales. La segunda edición de la Love Parade en 2006 convocó a más de 300 mil personas, consolidando la relevancia de la música electrónica en Chile.
Aunque la era dorada de las raves ha quedado atrás, su legado sigue presente en la escena electrónica chilena actual. Hoy en día, festivales, clubes, fiestas underground y nuevos colectivos mantienen viva la esencia de aquellos años, adaptándola a las nuevas generaciones que siguen amando el pulso de la música electrónica.